La Dama Indignada

La Dama Indignada

jueves, 17 de abril de 2014

Autor: Luciano Ventrone. Títulos de las Obras: Meteorito. Aparición.


Luciano Ventrone nació en Roma el año 1942.
Fue acogido con cuatro años en Dinamarca por una encantadora mujer rica llamada Metha Petersen, con quien vivió una infancia muy feliz, entre los regalos que recibió de ella fue su primera caja de lápices de colores, en ese momento comenzó su interés por la pintura y nacería uno de los más reconocidos pintores del arte de la Italia actual, donde sus bodegones le han hecho ser idolatrado por una legión de seguidores, quienes valoran que su arte está hecho no solo de color, sino de una luz tranquila y tamizada increíble.

Regresó a Italia después de completar los estudios básicos, y se verá obligado, debido a las pobres condiciones de su  familia, a probar suerte en diversos oficios que le permitirán, sin embargo, en 1960, asistir a la Academia de Bellas Artes en Roma.

Después de graduarse en 1964, se matriculó en la Facultad de Arquitectura, a la que asistió hasta el año 1968. Ese año, después de haber participado en los movimientos estudiantiles, decidió abandonar sus estudios para dedicarse por entero a la pintura, que nunca ha abandonado, sino que con el paso del tiempo han supuesto su única fuente de ingresos.
Prueba todos los estilos del arte contemporánea, hasta llegar al realismo y posteriormente al Hiperrealismo

Comienza entonces una larga y aún inconclusa investigación exhaustiva sobre los diversos aspectos de la naturaleza muerta, capturando cada vez detalles más concretos de los motivos casi invisibles para los “ojos humanos bombardeados por millones de imágenes ”, que es lo que les sucede a los hombres de nuestro tiempo.

Según sus propias palabras : “El estudio de la pintura no es la simple representación del objeto, sino del color y la luz, la verdadera relajación entre las dos cosas dan la forma en el espacio. El tema pictórico no debe ser visto como tal, sino de manera abstracta.”

La fotografía es la base de su pintura, desde ese punto el tema se vuelve abstracto y cobra vida a través de la luz
Realiza un dibujo a lápiz como guía para las sombras y define el espacio entre los objetos y las proporciones.

Desde éste momento el pintor añade color lenta y cuidadosamente. La observación constante del objeto fotografiado crea un tipo de penetración dentro de la pintura, saliendo de su realidad física para entrar en una metafísica.
Un último toque de pintura blanca se aplica para dar más luz, que no es una simple técnica para agregar un efecto tridimensional, sino un intento de llegar a esa imperfección entre la luz y las sombras.

Él no es el único representante del género comúnmente conocido como hiperrealismo, pero es con mucho el autor más completo.
“Se pueden hacer fotografías con la pintura y pintura con la fotografía”

 Meteterito 2, óleo sobre lienzo 50*50cm.
Son limones con formas poco habituales, deformes y con formas retorcidas, los que les aleja de la realidad, de ahí el nombre que Luciano Ventrone les dio.


Aparición 2  óleo sobre lienzo 100*80cm.
Es una calabaza abierta, la luz incide sobre ella dando una imagen de “divinidad”.




miércoles, 2 de abril de 2014

Autor: Roberto Ferri. Título de la Obra: Liberación del mal

El nuevo Caravaggio

Con solo 35 años, el artista italiano Roberto Ferri( Tarento, 1978) ha conquistado Europa gracias a su técnica, la cual,  ha sido comparada con la de Caravaggio.
Actualmente el mundo del arte se ha reducido a piezas que más que ser estéticamente atractivas, suponen un contenido conceptual que muchas veces resulta vago y poco interesante.
Entre artistas, coleccionistas y críticos de arte, se dice que “en el arte ya no hay nada nuevo ni propositivo”, tal vez Ferri viene a demostrarnos que el verdadero arte va más allá de una justificación vendible en feria de arte contemporáneo.
Expone actualmente su obra en Florencia.

 Roberto Ferri  tiene 35 años, pero su pincel no es de este siglo. Sus obras, herederas técnicas del claroscuro barroco, parecen haber nacido en aquella Roma de finales del Renacimiento, pero irrumpen en pleno siglo XXI con un poder arrollador.

Estamos ante un nuevo clásico que hoy causa furor en Europa y está por descubrirse en Estados Unidos y América Latina.

Es la representación anatómica perfecta de cuerpos y lo sagrado, en poses y expresiones que recuperan y actualizan los modelos clásicos.
Son imágenes de carne y deleite, transgresión y pesadillas
El público se rindió ante Ferri y sus paraísos perdidos, luciferes, ángeles caídos, sirenas malignas y otras concupiscentes bestias.
El historiador de arte Maurizio Calvesi escribió: “Ahora el ‘anacronismo’ en la pintura de Roberto Ferri emerge en toda su literalidad de recuperación de la pintura después de Miguel Ángel, concediendo sólo a un instrumento de la modernidad: el surrealismo, el cual envuelve con sus formas abstractas de intranquilidad visceral, con innegable sabiduría, pasión y empatía, las paredes de los museos, entre la gracia y la morbosidad sadomasoquista. Aquí es un surrealismo que tiene la capacidad metamórfica de un Dalí, excepto que en Dalí es viscosa, en cambio, en Ferri es carnal”.

Roberto Ferri dice:
–Descubrí a Caravaggio y al barroco desde pequeño, mirando un libro de mi abuelo. Desde entonces quedé fascinado con el tenebroso mundo de la sombra y la luz radiante, fue así que quise hacer mía esa técnica, para narrar mi mundo.
Ferri explica que nació a orillas del mar Mediterráneo, en la sureña ciudad de Tarento en 1978. Desde adolescente se empeñó en estudiar todo lo relacionado con la teoría y la práctica de la pintura. En particular, sus investigaciones se enfocaron en el quehacer artístico del siglo XV hasta finales del XVIII, enamorado de los maestros del claroscuro y el simbolismo, y sobre todo de los grandes del academicismo y el dibujo como Jean-Auguste-Dominique Ingres, Anne-Louis Girodet, Théodore Géricault, Charles Gleyre, Frederic Leighton y William-Adolphe Bouguereau, entre otros, quienes lo sorprendieron e incitaron a desarrollar lo que llama mi propia poesía.

En 2006, Roberto Ferri se graduó con honores en la Academia de Bellas Artes de Roma, en la especialidad de escenografía, pero desde siempre su principal labor la ha desempeñado frente al lienzo, convencido de que la pintura tiene una nueva fuerza en diversas partes del mundo, lo estoy descubriendo porque muchas personas me dicen que quieren aprender a pintar.
También comenta que lo sorprende la reacción que su obra causa en el público. A diario recibe infinidad de felicitaciones a través de Internet. En particular, las personas se admiran de que siendo tan joven esté pintando ya con esa maestría. Ferri admite que ha sacrificado muchas cosas por pasar no sólo noches enteras dibujando y pintando, sino horas y horas en los museos, mirando la obra de los grandes autores, buscando esos secretos que no se puede aprender en ninguna escuela.

En 2002, Ferri participó en su primera muestra colectiva titulada Los animales y los dioses en la galería El Laberinto, en Roma. Al año siguiente, también en esa capital, fue invitado a presentar su primera exposición individual en el Centro de Arte Contemporáneo Luigi Montanarini.
De ahí en adelante los coleccionistas se arrebatan sus obras, varias de las cuales pertenecen a acervos privados de su país como de Londres, Dublín, París, Madrid, Barcelona, Nueva York, Miami, San Antonio, Boston y Qatar.
Además de la armonía en las formas y la composición, caracterizadas por un sentido de onirismo y por numerosas referencias a la antigüedad, cuyo propósito es generar asombro y maravilla en el espectador, los críticos alaban la férrea disciplina del pintor, quien señala a este diario: Dedico mucho tiempo a cada cuadro, porque cada obra exige amor y aquello que me hace sentir es indescriptible, trato de plasmarlo, de narrarlo de la mejor manera posible. ¡Es bellísimo!
– ¿Qué hay dentro de un artista tan joven que estalla con la intensidad de tantos siglos en cada cuadro?
–Mi mundo interior está hecho de placer y dolor, Eros y Tánatos, sueños y pesadillas, son las imágenes que llevo dentro, entonces, mis cuadros son como ventanas abiertas a todo ello que es la parte más íntima, más escondida, más hermética, pero también la más sensible.

Liberación del mal. Oleo sobre lienzo 150*150cm. 2013
Este cuadro representa una mujer alada, quizá sea un ángel poseído del mal, representado por la serpiente, ella misma se lo está sacando del brazo con una expresión tranquila en el rostro, por ese mismo motivo resulta tan inquietante.

 
 Entre mis obras preferidas también se encuentran las representaciones del mito de Salmacis y Hermafrodito.
Según la mitología griega Hermafrodito fue a bañarse a un lago donde se encontraba la ninfa Salmacis que quedó enamorada de Hermafrodito, al no ser correspondida le arrastró al fondo del lago donde se fundió con él en un sólo cuerpo, siendo desde entonces hombre y mujer a la vez.









































Te recomiendo visitar su página web

Roberto Ferri  ha pasado a ser uno de mis pintores favoritos, sin duda.

Autor: Antonio Corradini. Título de la Obra: Verdad Velada

Antonio Corradini (1668-1752) fue un magnífico escultor rococó veneciano, se encuentra entre los más reconocidos y admirados.

Poco se sabe de su vida privada y personalidad, salvo que se casó dos veces y su segunda esposa era menor que él 30 años.

Verdad Velada (también llamado Pudor Velado o Castidad) es una de las obras maestras del escultor que realizó para la Cappella Sansevero de Nápoles (formalmente conocida como Capilla de Santa Maria della Pietà, y apodado por los lugareños "Pietatella").

La iconografía de la capilla, que se encuentra cerca de la Piazza San Domenico Maggiore, surgió de la imaginación de Raimondo di Sangro (1710-1771), un alquimista, masón e intelectual de la época de la Ilustración.

El proyecto del noble di Sangro fue renovar una iglesia de principios del siglo XVII en una capilla sepulcral para su familia. Por otra parte, aprovechó el edificio sagrado para transmitir su mensaje secreto, lo que desató una gran controversia.

Las tres obras más importantes que Di Sangro había hecho para su capilla son el "Cristo Velado" de Giuseppe Sanmartino, el "Lanzamiento del Engaño" de Francesco Queirolo, y la mencionada "Verdad Velada" de Corradini.

La estatua es una alegoría del conocimiento que Di Sangro dedicó a su madre, Cecilia Gaetani dell'Aquila d'Aragona, que había muerto con 23 años, cuando Di Sangro no contaba ni con un año de edad.

El episodio escrito que se narra en el mármol es el “Noli me tangere” (latín, que traducido quiere decir “no me toques”) en el que Jesús resucitado se encuentra con María Magdalena y ésta lo confunde con el jardinero y Jesús le dice de no tocarlo pronunciando la frase “Noli me tangere”.
De ahí la figura de María Magdalena en correlación con la mujer velada, escondida, bajo cuyo tejido precioso se esconde la verdad de la diosa que un día será revelado. Al lado de la mujer hay una lápida partida que muestra pocas palabras y un árbol de la vida, en relación con Eva, la primera Diosa. También es una oculta representación de Isis velada, Diosa masónica preferida. Aquí la mujer es protagonista, una mujer escondida, que hay que buscar.

El "velo" que cubre el cuerpo de la estatua fue esculpido con una habilidad extraordinaria y esconde el dolor de un niño huérfano, así como muchos otros secretos que, posiblemente, nunca serán descubiertos.

No sólo se trata de un trabajo técnicamente perfecto, sino que el rostro y el cuerpo protegido por un débil velo crea una tensión fascinante, tal vez un tanto inadecuada para un monumento funerario de la capilla, pero difícil de olvidar.












































martes, 1 de abril de 2014

Autor: Émile Friant. Título de la Obra: Los Amantes.

Émile Friant (Dieuze, 1863 - París,  1932) pintor francés.

Después de la Guerra Franco-Prusiana y la anexión de Alsacia-Lorena al I
Imperio alemán en 1871, su familia se traslada a la ciudad de Nancy donde se instalan.

Allí asiste al colegio Loritz antes de ser admitido en la Escuela de Bellas Artes de Nancy, en cuyos salones exhibe sus obras desde la edad de 15 años.
Sus exposiciones en los salones de la escuela de bellas artes pronto destacó entre los demás y el artista se ve recompensando con sus estudios en la escuela de Bellas Artes de París, allí frecuenta al pintor Alexandre Cabanel del cual se convierte en discípulo.

Emile Friant consigue el segundo Premio de Roma en 1883 por su obra (Edipe maudissant son fils Polynice). En 1889 en  la exposición universal recibe la medalla de oro por su pintura La Toussaint, su futuro está asegurado y su trabajo por fin reconocido, a partir de este momento le comienzan a llegar encargos de diferentes partes del mundo.

Friant es un pintor naturalista, perteneciente a la corriente artística de la École de Nancy, aunque su pintura no está encuadrada en el estilo Art Nouveau, sus pinturas se concentran en escenas de la vida cotidiana o retratos que realizó con amigos y familia como modelos.
En la época su estilo fue juzgado como demasiado realista y en efecto el realismo de la pintura de Friant es muy cercano a la fotografía y a las nuevas tecnologías que le apasionaban.
Además de pintar, Friant imparte clases en la escuela nacional de bellas artes de Nancy.
En 1923 se convierte en miembro de la academia de Bellas Artes y en 1931 fue condecorado con la Legión de Honor,, fallece en París el 9 de junio de 1932, poco después fue enterrado en su querida Nancy en el Cementerio de Préville.

Los Amantes (1888) 

Descripción: Óleo sobre lienzo.
Localización: Musée des Beaux-Arts. Nancy
Título: "Los amantes" o "Romance on the Bridge" o "Tarde de otoño"   Dimensiones: 111 x 145 

Friant elige uno de sus paseos y lugares de favoritos, el Grands Moulins de Nancy. Aquí, los jóvenes están representados en el puente de Puente Roto en la Meurthe.

El espectador contempla la escena detrás de la joven pareja, observamos los perfiles, uno frente al otro ensimismados en una conversación, él está fumando, se observa el río con un puente de piedra y casas en la distancia. El se sitúa casi en el centro de la composición, el busto ligeramente inclinado hacia la chica, sosteniendo el cigarrillo sin quitarle la vista a ella. La chica se inclina de la misma manera, la mejilla derecha presiona ligeramente en la mano izquierda, mientras contempla al joven.

Transmiten atracción y ensimismamiento, aunque está exento de cursilería, más bien mantienen un gesto muy natural y atractivo a la vez.  Es una escena cotidiana de un realismo que evita el cliché académico.