La Dama Indignada

La Dama Indignada

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Autor: Miguel Ángel. Título de la Obra: La Piedad

Nos encontramos con un tema de origen gótico, la Piedad, que refleja el momento en el que la Virgen recoge en su regazo el cuerpo de su hijo muerto, tras el descendimiento de la Cruz. 
Sin embargo, su tratamiento es contrario al espíritu gótico, eliminando todo tipo de expresión del dolor de la madre para crear una imagen de suave melancolía.

La cabeza de la Virgen muestra una joven, bella y piadosa, mirando el cuerpo de su hijo muerto apoyado en los pliegues de sus vestiduras . Su expresión refleja una pena infinita y una gran ternura. Miguel Ángel dio a María una juventud muy extrema comparándola con la de su hijo muerto, pero eso fue intencional. El Artista quiso representar la espiritualidad de la Virgen como condición sobrenatural, la cual no tiene edad y solo muestra una eterna belleza.
El material utilizado es mármol de Carrara trabajado a través de la talla y un posterior pulimentado de ciertas zonas que deja resbalar la luz.
Su composición es claramente clásica, inscrita en un triángulo equilátero que le da estabilidad, con suaves movimientos (paños, cuerpo o mano de Cristo) hacia la derecha que es contrapesado por el suave contraposto de la cabeza de la Virgen y un gran paño que cierra la escultura por la izquierda. Todo ello permite un equilibrio y tranquilidad.
Las figuras responden a un canon clásico, de posiciones estáticas y muy controlada expresividad. Destaca especialmente dos rasgos:
-Por una parte el perfecto conocimiento de la anatomía de la que hace gala en el cuerpo de Cristo, fruto de numerosos estudios anatómicos, alguno incluso prohibidos (como las autopsias realizadas de forma clandestina en el Hospital de los Inocentes de Florencia). 
-Por otro lado, la figura de la Virgen (si la pusiéramos en pie) resultaría de un tamaño enorme. La razón de esto no es otra cosa que una pura corrección óptica que le permite al escultor dar un mayor apoyo al Cristo (y así estabilidad y armonía) del que siempre se había carecido en el gótico. 
Evidentemente nos encontramos con una obra clásica del Renacimiento en su momento de mayor expresión (Cinquecento). Tanto el exquisito trabajo sobre el mármol, como su interés reiterado por la búsqueda del equilibrio y belleza idealizada nos hablan de una obra temprana de Miguel Ángel.

Miguel Ángel Bounarroti tenía 23 años cuando realizó ésta escultura.
La observación de la escultura "La Piedad" deja a todos un sentimiento de admiración al Sumo Artista que supo modelar el mármol con su cincel para crear esta maravillosa obra de arte, llena de sentimiento, de expresiones alusivas, y de técnica incomparable.
Su perfecta ejecución generó mucho asombro en toda la sociedad romana de aquel tiempo y hubo quienes pusieron en tela de juicio a su autor, dudando que un escultor tan joven como Miguel Ángel hubiera podido esculpir una obra tan perfecta. Este hecho produjo un arranque de furia al Artista, que impulsivamente grabó en la escultura (en la correa que cruza el pecho de la virgen) las siguientes palabras latinas:
“Michelangelus Bonarrotus Florentinus Faciebat" (Miguel Ángel Buonarroti, florentino, lo hizo).
El 21 de mayo de 1972 la escultura fue brutalmente atacada por un perturbado que golpeó el rostro de la Virgen con un martillo, motivo por el que fue necesario restaurarla. Para evitar situaciones similares, La Piedad fue luego protegida adoptando medidas de seguridad.

Miguel Ángel pretendía interiorizar las teorías neoplatónicas del amor, haciendo grandes esfuerzos para conseguir un equilibrio emotivo que pocas veces logró. Su inclinación natural por la materia, por las formas físicas ,era por encima de cualquier cosa, un escultor de cuerpos, unida a su fascinación por todo lo joven y vigoroso, emblemas de la belleza clásica, lo llevaron a decantarse por la belleza humana y el amor más sensual hasta muy avanzada su vida. Esta conflictividad enriquecedora con la que el artista vivió su deseo carnal, también afloró en el enfrentamiento con su homosexualidad.
El artista mantuvo relaciones con diversos jóvenes y un intenso amor platónico por Tomasso Cavalieri, un muchacho de inteligencia poco común y amante de las artes, de temperamento reservado e incomparable belleza. Miguel Angel tenía 57 años cuando le conoció y Tomasso 22, mantuvieron una intensa amistad hasta la muerte del artista.


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